Desde El Fuerte Sinaloa, noviembre 24, 2024

El chat del horror.

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

El chat del horror.

Me dijeron súmate al chat del Grupo X. Invitado por varias personas integrantes del mismo y en varias ocasiones, lo pensé varias veces…La idea de sumarme al grupo partía del hecho de que supuestamente el grupo era para buscar un futuro gobierno mejor que el actual, vamos, el grupo tenía -en teoría- motivaciones políticas, en favor de México…En el camino, también recibí comentarios de integrantes sobre el grupo, y me advirtieron que como tal, el mismo era un auténtico desorden, que abundaban los pleitos y como diría un líder partidista sinaloense, el grupo ¡era un reburujo!, cosa que desde luego me instó a no dar el paso de unirme al chat.

Pero me pidieron que entrara, para de alguna manera colaborar en intentar mejorar la actividad del mismo, inclusive me dijeron, el grupo original ya se había dividido en tres o cuatro grupos ¿Dónde habremos escuchado eso?

En fin. Con todos estos nubarrones de tormenta sobre mi ingreso al chat, pero pensando que de cualquier manera hay gente bien intencionada participando en el mismo, como buen soldado de la democracia, dije: Me sobrepondré a mis temores y entraré al chat X, si dije, ¡hay que participar, porque Vamos por México en el 2024!

¡Inocente de mí!

Ya en el grupo empiezo a observar y escuchar la disparidad de las participaciones, los léxicos, los comentarios, las expresiones.

Algunos prudentes, otros tendenciosos y algunos más derrapes verborreicos inauditos.

Eran participaciones a favor y defensa de un partido, otras a favor de tal candidato y algunas sólo aprovechando el foro para las cosas más diversas, emitidas de acuerdo a la humanidad de cada integrante del grupo, algunos aportando buena sustancia, otros poca y otros tantos prácticamente nada; hasta tener algunas participaciones tan desafortunadas, como auténticos palos de ciego en la obscuridad.

Como nota previa a mi ingreso a esta calamidad de chat, siempre tuve la percepción de que había mano negra, y que estaba dirigido en sentido de beneficiar los intereses particulares de personas que buscan candidaturas en cierto partido, partido que hoy estando en desgracia, se proclama opositor en los dichos, aunque en los hechos, difiere… Pero bueno, al final no importó, para mis fines superiores, privilegié La idea que había que sumar y sumarse contra la instauración de una dictadura en México…Así que hice mis objeciones a un lado y decidí sumarme al chat, siempre con la idea de aportar un poco a Sinaloa…Que lejos estaba de lo que encontré.

Cualquier descripción previa de lo que sucedía en el chat, se quedó corta.

Una cena de negros hubiere sido más pacífica, más educada y menos horripilante.

Los temores que inicialmente tuve de incorporarme al chat X, fueron ampliamente multiplicados por la realidad.

Aquello era un aquelarre y un herradero, una verdadera batalla campal.

Rápido fue notorio que la conversación y el diálogo franco e inteligente al interior del chat de marras, no era posible, las participaciones no tenían modulación alguna, aquello rallaba en lo demencial, demencial cómo los tiempos de redes sociales que corren.

Resultado: ¡Salí como trompo chillador del grupo! Ahora entiendo – al fin -, después de vivir en carne propia lo difícil de participar organizadamente con gente de distintos estratos socioeconómicos, con distintos niveles culturales, con ocupaciones e intereses diversos en redes sociales y en la vida real.

La incultura política de los mexicanos es el campo fértil dónde el desgobierno obtiene sus mejores cosechas.

Ahora entiendo las viscitudes que sufre el intento de coalición PRIANRD en su formación y organización.  ¡Perdóname Marco Cortés, perdóname Jesús Zambrano, perdónenme aquellos líderes priistas y sociales bien intencionados que quieren la coalición llamada PRIANRD!

¡Saludos, amigos!