HABLANDO CLARO
Detalles y momentos que no se olvidan…El seis de junio de 1980, bien me acuerdo era viernes, luego de salir de clases de la secundaria federal para trabajadores, eran como las siete de la tarde y me dirigí a El Debate de Los Mochis, para saludar a periodistas amigos que aún a esa hora estaban laborando y bueno echar una platicada del tema que surgiera, ya ven que en aquel tiempo el pueblo era hico y los mitotes eran grandes; y había que estar enterado … Pero, Hablando Claro, cuando llegué al área de redacción, la oficina del Sub- Director Cenobio Valdez Delgado, estaba cerrada, porque gozaba de su día de descanso. ¡Ah!, eso sí, la oficina del jefe de información, cuyo titular era Aarón Flores Heredia estaba atestada de reporteros que luego de entregar sus notas del día, en “la chorcha se botaneaban” mi compadre Francisco Trujillo, Andrés Rivera Rubio, Octavio Domínguez y el propio Aarón Flores, del comportamiento en las horas en que las copas te hacen hablar de más… Por cierto, hasta yo, fui víctima de la crítica cuando el reportero gráfico Kiko Guerrero, dijo: “Eso es nada, hubieran visto al profe. Mario en el palenque de Guasave en la feria del algodón, que al “punto pedo, se bajó a cantar con David Záizar”; ¿Es cierto, profe, preguntó Aarón? y le contesté que sí; y soltó la risa, -me acuerdo como si fuera en este momento en el que escribo este relato-…Para no hacerles largo el cuento, los invité a tomarnos una chelas al restaurant – bar familiar, propiedad de mi suegro Teodosio –Tolocho- Flores y todos dijeron ¡vamos!; Aarón apoyó sus manos en la silla, se quiso levantar de su asiento y me dijo: “No puedo estoy de guardia” y quedamos de vernos a eso de mediodía del sábado, para ir a comer y festejar ambos, el día de la Libertad de expresión…Entre copa y copa, pasaron las horas de ese viernes seis de junio. A las once de la noche, cerraron el familiar y nos fuimos a la media naranja, una Piquera que se ubicaba junto a ese establecimiento y ya entrada la noche, Pancho Trujillo, propuso que fuéramos a la zona de tolerancia ubicada por el dren Juárez y les dije yo los sigo; tomé mi vehículo estacionado por la avenida Obregón, dí vuelta a la izquierda, seguí por la Belisario, para luego virar a la izquierda y tomar la avenida Hidalgo; en el trayecto me dije, ya son casi las dos de la mañana, no me puedo desvelar y volví a girar a la izquierda tome la Degollado, eran la una de la mañana con 50 minutos del 7 de junio y al pasar por el Debate, frente al negocio de máquinas de escribir de Franco, estaba estacionado el “Bochito” color verde de Aarón Flores Heredia, estacionado, pensé pararme para invitarlo a la zona y al mismo tiempo rectifiqué que lo vería en las próximas horas y seguí mi camino a mi casa en el ejido nueve de Diciembre…Minutos después salió de sus oficinas para no volver jamás a ver la luz del sol. El siete de junio de 1980, precisamente, el Día de la Libertad de Expresión, manos criminales cegaron su vida. Dos cuerpos asesinados aparecieron en terrenos del Tecnológico de Los Mochis y uno de ellos era el de un gran amigo: Aarón Flores Heredia. A 43 años de este duro golpe a la dignidad de los profesionales de la comunicación no bajamos la guardia…La frase: “Estamos a unas cuantas horas de celebrar el Día de la Libertad de Expresión y es necesario entender que la unidad es la base para hacer frente a los ataques contra los periodistas; ataques que cada vez van en aumento y la unidad, sin importar siglas ni colores, es nuestra premisa”; la dijo Nereyda Inzunza, luego de protestar como nueva presidenta de la Organización de Comunicadores Unidos de Sinaloa -OCUS- . Soy Mario Castro, servidor de usted.