BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES.
¿Y qué pasó?
El 2 de junio estuvo feo.
No es el tiempo de sacar conclusiones sobre lo que pasó en la elección, porque apenas se computarán los votos de las casillas. Sin embargo, si es el momento de iniciar el recuento de daños, así como el comenzar la revisión de las posibles causas que ocasionaron un resultado que beneficia solo gobierno (aunque muchos ilusos piensen que ellos ganaron).
Habremos de iniciar con el escenario que se nos dibujaba para la elección. Si bien es cierto que la oposición empezó tarde y abajo en las encuestas, la elección se fue cerrando día con día en el correr de la campaña, a tal grado, que el día 2 de junio de la elección, justo a las 6 de la tarde, la oposición frenética dijo -primero que nadie-, haber ganado no solo la Cdmex y cinco o seis gubernaturas más, sino la misma presidencia de la república.
Así fue, de un escenario inicial desfavorable para la oposición, fue éste paulatinamente tornándose de menos a más, para llegar al cierre de campaña con mítines de decenas o cientos de miles de personas emocionadas – como en el cierre de XÓCHITL en el zócalo – después de tener la oposición una gran campaña por todo el país.
Recordemos también, como Taboada y Xóchitl, ganaron todos los debates entre candidatos y como al final, las expectativas eran reales de triunfo. Bueno, pero a pesar de todo lo anterior, hoy, según él PREP, Xóchitl no habría ganado, y tendría el segundo lugar con 16. 8 millones de votos para la candidata del PRIANRD a la presidencia de México. Esto sin mencionar las elecciones al congreso y locales en todo el país.
Concluyo pues, que es el momento de iniciar una revisión de todo el proceso electoral, que inició no hace tres meses, sino el 01 de junio de 2018.
Sí porque López Obrador inicio la campaña hacia el 2024, el mismo día que ganó su propia elección a presidente.
Hay que revisar todas y cada una de las causales de este traspiés, empezando por el escrutinio y cómputo de cada una de las actas y de cada evento anterior que puso alterar el resultado final de la elección.
¡Ánimo!, porque esto no se acaba hasta que se acaba.
¡Saludos, jóvenes!