BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES.
La realidad siempre nos alcanza o los gringos meten zancadilla.
Todos los días, madrugar, levantarse de la cama con la idea fija de mentir, de engañar a propios y extraños. La cotidiana obsesión de salirse con la suya, logró engañar a muchos, pero no cambió la realidad del país.
Las conferencias mañaneras del Peje -porque ya volvió a ser el peje de siempre- intentaron manipular la opinión pública para hacer creer a muchos en un México de fantasía.
Fueron miles las mentiras contabilizadas solo en las mañaneras, punto aparte los embustes emitidos en sus “giras” por el país.
Súmenle la utilización del presupuesto público, de nuestro dinero pues, para dictar la línea editorial de las televisoras y periódicos de “analistas” y ” comentaristas” de ” influencers” y paleros, etc. etc.
Ningún tema escapó ningún medio de comunicación se libró del chayote, de la tergiversación de la verdad, por el boletín oficial: Que ya no hay violencia, que hay paz, que ya no hay masacres, que ya no faltan medicinas, que ya no hay corrupción, que ahora los hijos del presidente no roban, que el pueblo quiere mucho al presidente, que voy a Sinaloa a supervisar una carretera y una presa (de nuevo), que ya no hay robo de gasolina, que la CFE está mejor que nunca, que la gente está feliz, feliz, que las relaciones con EEUU están en su mejor momento y…Pacatelas, el circo de vodevil terminó: los gringos metieron zancadilla.
El ilusionista despertó de su propia ilusión…De la nada, todo cambió…La realidad se había hecho presente.
¿Qué tanto más amarga será la realidad para el presidente?
¡Saludos, jóvenes!
