BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES.
Sinaloa, de la Narco Economía, a la Economía de guerra.
Ya hace más de un mes en anterior columna, vislumbravamos la crisis económica que se venía para Sinaloa.
La crisis económica ha llegado y fuerte.
La violencia y el miedo han provocado que las fraccionadoras ya no compren terrenos ni construyan casas, que las construidas no se vendan, ni los departamentos tampoco, que no se renten los locales comerciales, que más bien la gente los desocupe. Las agencias de vehículos de Sinaloa, que eran las que más vendían autos de lujo en el país, ya no venden sus carros, ni se venden las motos de gran cilindrada, ni bicicletas carísimas.
Las tiendas departamentales y centros comerciales ya no venden ni fían nada, los centros de reuniones, están cerrados; Vamos, en general toda la actividad productiva, laboral y económica de prácticamente todo el estado, se ha desplomado.
Tal como vaticinábamos hace más de un mes, nuestra economía se ha venido a pique.
Si enmarcamos la crisis de seguridad y económica de Sinaloa, dentro de la crisis nacional, donde para el año 2025 se espera para México (otra vez) un crecimiento apenas arriba del 1 por ciento, no hay manera de con las políticas del gobierno de morena, estatal y federal, menos aún municipal, de que veamos un futuro menos malo que el que hoy tenemos en el presente.
Por otra parte, en Sinaloa, por la inseguridad, al gobierno en Sinaloa ya se le cayó la recaudación: impuestos de nóminas, I.S.A.I., prediales, permisos, licencias, Placas, Tenencias, Cambios de Propietario, multas, etc, etc, etc. ttodos a la baja. Por otra parte y en sentido contrario, al gobierno se le dispararon los gastos en seguridad subsidios a pequeños negocios, más gasto en guardias y escoltas, más patrullas, m’we.
as Gasolina, refacciones, armamento, pertrechos municiones, etc, etc.
El escenario es trágico en Sinaloa.
Conclusión: El nuevo partido en el poder debe entender que se requiere levantar urgentemente la actividad económica en Sinaloa y en México, ¿Cómo? Dando las condiciones para que la iniciativa privada invierta en México, nacional y extranjera.
Esas condiciones son en primer lugar seguridad a las personas, salvaguardar sus derechos, sus bienes y posesiones.
Hacer valer la ley y el derecho.
Sin embargo, el gobierno morenista hace precisamente lo contrario. La reforma judicial impulsada por morena, la violencia alentada por la ausencia de gobierno y estado de derecho, son el cóctel perfecto para que nadie piense en invertir en Sinaloa y en México. Por hoy, no se ve el final del túnel.
Ya veremos en los próximos días.
¡Saludos, jóvenes!
