El Fuerte, a merced de un “Super Secretario”.
Desde trienios anteriores se ha vuelto costumbre ver en puestos de primer nivel a funcionarios foráneos, pero ninguno con tanto poder como el hoy secretario Edgar Adair, si a los fortences nos indignaba el actuar de el ex tesorero Esteban Moreno que sigilosamente con la venia del ex gobernador hacía y deshacía con los recursos, el hoy secretario no solo busca el control total de los recursos económicos del Ayuntamiento, si no de los recursos humanos y todo el aparato de estructura operativa del Ayuntamiento.
La débil capacidad del presidente tanto política y operativa tiene a los fortences a merced de la avaricia de un secretario que busca imponerse contra todos, quienes fueron altos mandos de la campaña de Gildardo Leyva jamás midieron ni se imaginaron de la avaricia del hoy secretario quedando casi relegados de facultades y decisiones.
Por más que de uno a tres regidores inclusive de morena han buscado que se esclarezcan lo que pasa en el Ayuntamiento, el presidente le da plena y amplia autorización al secretario para ignorarlos, si hubo quien tejió la salida del ex tesorero Fabian Cazarez, ese fue el secretario, si hoy se están dando despidos de funcionarios de primer y segundo nivel que son del equipo cercano de otros funcionarios de primer nivel, es por que el secretario así lo decide y obedecen a sus intereses personales, el presidente desde hace mucho a renunciado a ser un operador y líder de su gobierno, se sabía que no tenía la capacidad, pero ni siquiera lo intento, y en su lugar a nombrado al secretario “Super Secretario”.
¿Que hubiesen pensado ustedes fortences si el ex secretario Leonel Vea hubiese tenido una patrulla fuera de su casa de manera permanente para su seguridad personal?
¿Privilegio o abuso de poder?
Es tanta el hambre de poder del secretario que lo que nunca ha podido obtener en Guasave lo viene a desquitar a este municipio.
Quienes tienen el poder de parar estos abusos son los regidores que solo piensan en sus intereses personales, salvo de uno a tres que son ninguneados por el presidente por consejo y orden de su “Super Secretario”.
