Este oasis se formó gracias a una corriente de agua subterránea, que generó el crecimiento de plantas y árboles en medio del desierto de Ica. Actualmente se están realizando esfuerzos para preservar el oasis y ayudar a conservar la vegetación, como las palmeras, eucaliptos y algarrobos.
Huacachina, por ser el único oasis natural en la región, ha sido uno de los destinos turísticos favoritos de peruanos y extranjeros durante décadas. En la década de 1960 fue un famoso balneario, contaba con casas, hoteles, un malecón alrededor de la laguna y hasta un spa. Hoy en día, Huacachina es visitada por cientos de viajeros que vienen a disfrutar de los recorridos por las dunas en los areneros, hacer sandboarding y experimentar la famosa vida nocturna de Huacachina.
Huacachina significa ‘mujer que llora’ en quechua.
Cuenta la leyenda que esta laguna nace de las lágrimas de una hermosa mujer de ojos verdes, que lloraba la muerte de su amado.