A través de la resolución A/RES/58/4, del 31 de octubre de 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) declaró al 9 de diciembre de cada año como Día Internacional contra la Corrupción, es el primer instrumento jurídico global destinado a combatir la corrupción en todas sus formas. La proclamación de este día tiene como objetivo sensibilizar a la comunidad internacional sobre la importancia de luchar contra la corrupción, un fenómeno que socava las instituciones democráticas, afecta negativamente el desarrollo económico y perpetúa la pobreza y la inestabilidad en las sociedades.
El término corrupción generalmente indica el mal uso por parte de un funcionario de su autoridad y los derechos que se le confían, así como la autoridad relacionada con este estado oficial, oportunidades, conexiones para beneficio personal, contrario a la ley y los principios morales.