Desde El Fuerte Sinaloa, noviembre 21, 2025

La novia emparedada.-

La novia emparedada.-
Los hermanos Hernández García vivieron 22 años pensando que su madre los había abandonado, cuando en realidad había estado todo ese tiempo emparedada en su casa ubicada en el Barrio San Juan, en Xochimilco.
Luis Enrique, uno de los hermanos, contó que su madre, María Cristina Aguilar García, se había ido de su casa y se casó con un hombre mucho mayor de edad que ella, llamado Julio Ernesto López Suárez.
Cuando tenía 14 años, Luis Enrique buscó a su madre para pedirle dinero para unos zapatos, pero Julio Ernesto le dijo que había salido a un evento religioso. Tres días después el muchacho regresó al domicilio para nuevamente buscar a su madre, pero esta vez se encontró con una casa vacía.
Los hermanos comenzaron a buscar a su madre y a su padrastro con ayuda de algunos vecinos, y presentaron la denuncia a las autoridades por la desaparición de la mujer, que en aquel entonces tenía 40 años de edad.
Después de este evento los jóvenes decidieron quedarse a vivir en ese domicilio, y durante 22 años no volvieron a saber de su madre, quedándose con la idea de que los había abandonado.
En 2018, mientras unos albañiles trabajaban en la remodelación de la vivienda, uno de ellos comenzó a derribar una de las paredes, y un goIpe provocó que un cráneo humano saliera disparado del muro. Comenzaron entonces a buscar en el muro y encontraron un esqueleto, cuya vestidura era igual a la que llevaba María Cristina cuando fue vista con vida por última vez.
Probablemente lo más macabro del hallazgo, y que lo asemeja a una historia de Edgar Allan Poe, es el hecho de que en la pared había huellas de rasguños, lo que hace pensar que la mujer fue emparedada viva.
La imagen muestra una figura de la historia, que forma parte del Museo de Cera de Tijuana, México.