El acceso al Aeropuerto Internacional de San Francisco es una verdadera obra maestra de la planificación urbana. A través de una red de carreteras elevadas y distribuidores, esta infraestructura conecta sin interrupciones una de las ciudades más importantes de California con su aeropuerto, gestionando el tránsito de miles de vehículos diariamente. Con un diseño que combina funcionalidad y estética, las rampas entrelazadas maximizan la eficiencia, permitiendo un flujo continuo de pasajeros y mercancías.
Este sistema no solo resuelve los desafíos del tráfico intenso, sino que también destaca por su integración en un entorno urbano de gran densidad. La precisión en su construcción y la distribución estratégica de sus accesos hacen de este entramado vial un ejemplo emblemático de cómo la ingeniería puede transformar la movilidad en las áreas metropolitanas más concurridas del mundo.