BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES.
“Cuando veáis ejércitos rodeando Jerusalén, sabed que su destrucción está cerca”.
Nunca, ni en la época postrevolucionaria, el ejército había tenido tanto poder en México.
Lo mismo hace bancos del bienestar, cuida aduanas, hace aeropuertos, forma la guardia nacional, entrega medicinas y vacunas, atiende desastres y da víveres, que hace edificios, puentes o ferrocarriles, o le otorgan en concesión aeropuertos para su libre explotación.
Nunca el ejército estuvo tan dentro del poder político como hoy.
Las adjudicaciones directas y la falta de información y transparencia es la norma en los presupuestos asignados al ejército por el presidente.
El poder militar te responderá – siempre con un rifle en la mano- una de dos cosas: Que no tiene la información que le pides o que no te la dará porque es confidencial y de seguridad Nacional.
Así comenzaron con la construcción del aeropuerto de Santa Lucía, aduciendo que allí estaba una base aérea y que por ello era estratégica, de seguridad, prioritaria y obligatoria la obra. Y de ahi pa’l real. Hoy aparecen los militares en todo, menos en la parte de dar seguridad a los mexicanos.
Si no, que alguien nos explique ¿Por qué en estos tres últimos años, con la militarización del país tenemos la cifra más alta de asesinados que nunca? ¿Por qué hoy todo presupuesto que se ejerza por amlo y el ejército debe ser considerado secreto? ¿Que tanto se debe de esconder el presupuesto público, producto de los impuestos de los ciudadanos?
Ya lo dijo la oposición ante este decretazo inconstitucional de amlo: “Nos vemos en la corte”.
¡Saludos, jóvenes!
