Desde El Fuerte Sinaloa, noviembre 23, 2024

Deseos fallidos, obras fracasadas que son la ruina de cualquier gobierno.-

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

Deseos fallidos, obras fracasadas que son la ruina de cualquier gobierno.

Un mar de cosas aparecieron juntas en este sexenio y no son casuales, ni son fortuitas.

Deseos y promesas no realizadas, de consecuencias ciertas. Aparecieron los abrazos a la delincuencia, los continuos viajes a la sierra, conocimos del fiscal carnal y del General Medallas; pero también de la violencia inaudita y desbordada.

Vimos el recorte del presupuesto a la Suprema Corte, la denostación y el ataque a la misma, vimos como llegaron las renuncias de ministros y recortes económicos al poder judicial, pero también supimos de la ministra plagiaria y de la ministra carnal.

Observamos como montó en furia contra el INE, como le recortó presupuesto y capacidades, como amenazó con desaparecer al instituto, para entonces presenciar la llegada de la presidenta carnala al frente del mismo.

Presenciamos como atacó a gasolineros y empresas gasolineras, pero aumentaron las tomas clandestinas, las explosiones por fugas y el robo de combustibles (huachicol), a consecuencia de ello, observamos que hubo escasez de gas y gasolina, a pesar de la compra de pipas de Pemex y la llegada del gas del bienestar; contrariamente, al día de hoy, hay más expendios clandestinos de gasolina y de gas.

Amenazó con cancelar y canceló inversiones de miles de millones de dólares (Aeropuerto de Texcoco, Cerveceria Heineken, Tesla, Nuevo Puerto de Mazatlán y muchísimos proyectos más), únicamente para destinar presupuesto y obra pública para sus proyectos imaginarios.

Destruyó manglares y depredó Dos Bocas, inundando terrenos bajos, para construir una costosísima obra civil, a la que pomposamente llama “refinería”.

Deforestó Miles de hectáreas de selva, para hacer un tren que no funciona.

Hizo una central avionera en Santa Lucia, a la que vuela ni nadie llega.

Hoy a pesar de tanto yerro, el ilusionista intenta de nuevo hacernos creer que su candidata ya ganó.

No deja de ser una promesa fallida más.

Una inconsistencia más, sin base, sin sustento real, sin lógica alguna. ¿O es que después de tanta pifia, de tengo engaño…Alguien le cree?

Otro acto de magia, que al igual que los anteriores, fallará de nuevo.

¡Saludos jóvenes!