Día del Ferrocarrilero.
Jesús García Corona es el héroe de la celebración. Comenzó a trabajar en las minas de cobre de Sonora a la pronta edad de 18 años. De manera autodidacta fue aprendiendo las claves de la industria: primero dio servicio de mantenimiento a las locomotoras, y después se convirtió en ingeniero de máquinas, pese a no haber tenido estudios formales.
Pronto tomó el puesto de maquinista. García Corona se volvió un hábil conductor que transportaba producto entre minas, acompañado de su equipo de trabajo.
El 7 de noviembre de 1907 se encontraba en uno de estos viajes cuando alerta previno una tragedia más grande. Ese día, el maquinista tenía el ferrocarril cargado de dinamita. Tenía que hacer tres viajes entre Nacozari y la Mina de Pilares. Una de las mediciones claves de la locomotora era la de la presión del vapor. García Corona notó que había bajado y era menor a lo requerido. Para intentar mejorar la presión se utilizó una estrategia que provocó fuego en las góndolas.
Una vez sucedido eso, el maquinista tomó una decisión que le quitaría su vida. Avanzó con el tren hacia campo abierto, buscando disminuir el alcance de la explosión. Fue aumentando la velocidad y conforme a la locomotora se iba alejando, pidió a sus compañeros que saltaran del convoy para quedarse solo. La dinamita explotó y junto al maquinista fallecieron otras 12 personas que se encontraban cerca de la vía del tren.
Tras la trágica muerte de García Corona, la Unión de Mecánicos Mexicanos, decretó la huelga contra la empresa del Ferrocarril Central. Buscaban poner presión sobre Porfirio Díaz para mejorar sus condiciones laborales.