El mundo está lleno de procedimientos más o menos “médicos” para tratar de producir el elixir de la larga vida, sin duda uno de los más desconocidos (e inquietantes) es la melificación humana (o melificación).
Se dice que esta horrenda costumbre nació en Arabia, en la antigüedad. Un voluntario (generalmente un anciano de 80 años o más) se sacrificó para permitir la creación de un elixir de larga vida. La ‘víctima’ era sometida a una pésima dieta que incluía el consumo exclusivo de miel.
En poco tiempo, incluso los productos orgánicos del individuo adquirieron una apariencia líquida y acuosa, muy similar a la de la miel. Esta dieta llevó al sujeto a una muerte lenta y una vez que había llegado, el cuerpo era sellado y conservado durante aproximadamente un siglo dentro de un sarcófago lleno de miel.
Pasado el tiempo asignado, se volvía a abrir el sarcófago y se recogía la pulpa que contenía y se vertía en frascos para venderla a precios exorbitantes a quienes pudieran permitírselo. Obviamente la “medicina” tenía que ser tomada por vía oral.
La creencia era que este “elixir”, una vez tomado, prolongaría la vida.
