En 1907, se presentó el traje de buceo “Iron Man”, diseñado para la exploración submarina. Este traje innovador contaba con protección contra la presión y un sistema de carga eléctrica, permitiendo a los buceadores operar a grandes profundidades durante más tiempo. Su construcción robusta ofrecía seguridad ante las duras condiciones del océano. Aunque no alcanzó la popularidad de los equipos de buceo modernos, el “Iron Man” sentó las bases para futuros desarrollos en tecnología de exploración submarina, reflejando la curiosidad científica de la época.