ELCUBRACIONES POLÍTICAS.
Síndico de Jahuara II: Un hijo de la chingada…
Lo posicionaron en el colectivo social de la sindicatura como el mejor, honrado, trabajador y con ese cuento lo hicieron mal ganar, pero nunca dijeron que era un verdadero hijo de chingada que no le importaba en lo absoluto el prójimo, los animales ni la naturaleza.
Después de los acontecimientos de este fin de semana, no se puede definir en otras palabras al síndico de Jahuara II, sí, ese que por nombre lleva Luis Alonso Ruíz Carrión y es mejor conocido en la comarca Jahuareña como “El Papy”.
Era cuestión de darle un poder pírrico para que sus bajos instintos afloraran.
Basta ver las imágenes donde sin pudor alguno da instrucciones al operador de una máquina de servicio pesado, para destruir el patrimonio de más de una veintena de humildes familias, esto al derribar los corrales y chiqueros con sus inquilinos dentro (cerdos y borregos).
Y qué decir del ecocidio también originado al tumbar de raíz una gran numero de árboles que más de una treintena de años tenían de vida, dando sombra al traunsuente y sirviendo como ornato al entorno del lugar.
De nada bastaron, primero la clemencia, luego los reclamos de quienes por más de 20 años tuvieron en ese lugar parte de su patrimonio y que con documentos oficiales mostraban el permiso o anuencia para utilizar ese pedazo de tierra, que para otra cosa no es útil.
Sin razón fundamentada, sin la utilización de los procesos legales para llevar a cabo una situación de esta naturaleza, así nomas porque es el síndico, con sus instrucciones irreversibles acabaron de tajo con todo lo que encontró a su paso esa mole de fierro.
“El Papy”, pasara al basurero de la historia, que digo al basurero, a la letrina de la historia como un asesino de la ecología y de la vida animal.
Y eso que solamente es el síndico, imaginelo en la próxima de candidato a regidor, porque aquí entre nos, es su sueño y proyecto.
Dios nos libre…
DICEN QUE DICEN.- Cerdos, borregos y hasta un cochií jabalí, buscan esta noche donde pernoctar, se quedaron sin hogar, se pasean por la calles de Jahuara II, mientras el síndico se regocija en su hogar dulce hogar.
Con los atentos saludos.
Roberto René Vega Vega.
