Situado a 2.780 metros de altura sobre el nivel del mar y con una población de 1.523 habitantes, se caracteriza por sus calles empinadas, una gran iglesia que es un objeto más que apreciado por la lente de los fotógrafos, y un estilo de vida tranquilo y amigable.
Este pequeño pueblo esta clasificado dentro de los 50 más hermosos del mundo por el prestigioso medio de viajes Condé Nast Traveler.