Desde El Fuerte Sinaloa, julio 15, 2025

Jamie Hull, el hombre que cayó del cielo envuelto en llamas… y sobrevivió.-

Jamie Hull, el hombre que cayó del cielo envuelto en llamas… y sobrevivió.
“Estaba a mil pies de altura cuando vi una línea delgada de fuego saliendo del frente del fuselaje. Tuve que mirar dos veces porque no podía creerlo. Luego miré mis pies, y el fuego ya estaba lamiendo mis tobillos dentro de la cabina. Pensé: ‘Esto no es un simulacro. Es real. Y si no salgo rápido de aquí, no lo voy a contar.’ No llevaba paracaídas —en estas avionetas ligeras no se usa— y lo único que tenía claro era que si no hacía algo ya, el fuego me iba a consumir. Entonces recordé algo que un instructor me dijo una vez: ‘Pase lo que pase, vuela el maldito avión.’ Esa frase me sostuvo. Mano izquierda en el control, derecha en el acelerador, y empecé a bajar, a controlar la velocidad, a pelear contra el miedo y el fuego.”
“A 50 pies del suelo, las llamas ya me rozaban la cara. Abrí la escotilla del lado izquierdo, la empujé con el codo, me subí como pude sobre el ala con el avión aún en movimiento, y salté. Serían unos 15 pies de altura, pero el avión iba a unos 30 nudos. Aun así, logré aterrizar de pie, aunque me lancé con tanta fuerza que me partí la cara contra el suelo. Me apagué el fuego del hombro y de la cabeza a manotazos. El avión siguió solo y se estrelló. Hubo una explosión brutal, y el golpe de calor me vació los pulmones. El dolor… fue como un tsunami que me arrasó todo el cuerpo. Sobreviví con 63% del cuerpo quemado, 62 cirugías, y meses en coma. Pero aquí estoy. Aprendí a volar un globo aerostático en Italia. No es tan veloz como antes, pero tiene sentido: ahora yo también voy más lento… pero sigo volando.”