El 18 de Noviembre de 1978, en Port Kaituna, Guyana, inducidos por el pastor “Jim Jones”, 909 personas se quitaban la vida en el s*icidio colectivo mas grande de la historia, hecho conocido como “La masacre de Guyana”. Jones abandonó la iglesia metodista y en 1953 fundó la secta “Templo del pueblo” inspirado en textos cristianos pero con orientación política comunista. Instalado en Indiana, allí se instaba a sus seguidores a vivir en una comunidad aislada de la sociedad capitalista.
En 1955 se pronunció a favor de los derechos de los negros y los incluyó con los mismos derechos que cualquier seguidor. En la década del ’60 Jones comenzó a hacerse conocido como un benefactor de hogares de recuperación de adictos y víctimas de v*olencia de género. En 1972 mudó su secta a Los Angeles, junto a su esposa Madeleine adoptaron 6 niños de distintas razas promocionándose como la “Familia del arco iris”. En 1975 comenzó a ser investigado por trabajo esclavo, e*plotación infantil y a*enazas, por ello comenzó a buscar reubicar su secta.
Eligió Guyana, país de habla inglesa, población negra y políticamente socialista, ideal para los objetivos de Jones. Compró varias hectáreas en una zona paradisíaca de Port Kaituna, y fundó “Jonestown”, hasta allí se trasladaron mas de 900 seguidores. Jones creó una atmósfera de miedo sobre la llegada del fin del mundo y que la única posibilidad de salvación era estar m*ertos antes del evento. El 17/11/78 el congresista estadounidense Leo J. Ryan, llegó a Guyana acompañado de periodistas y disidentes con el fin de desenmascarar a Jones. Este, en una osada jugada lo recibió como un huesped de honor para mostrar lo pacífico de la congregación. Cuando la mañana del 18/11 vio que algunos fieles se querían marchar con Ryan implemento el plan B.
Jones a*esino a Ryan y a sus 5 acompañantes, anunció a la congregación que el día había llegado. 909 hombres, mujeres y niños cometieron s*icidio ingiriendo cianuro, algunos fueron inducidos u obligados, incluso Jones instó a un fiel a que le disparara con una escopeta. El saldo de 915 muertos la convierten en la mayor masacre auto infringida de la historia.