Un estudio de la Universidad de Arizona y Harvard Medical School advierte que la mente humana no fue hecha para estar despierta pasada la medianoche. El trabajo, publicado en Frontiers in Network Physiology, reveló que el cerebro altera su equilibrio químico y emocional cuando se prolonga la vigilia nocturna. Los investigadores descubrieron que el autocontrol disminuye drásticamente, la percepción de riesgo se distorsiona y los impulsos negativos y la búsqueda de gratificación inmediata se disparan. Esto sucede porque la actividad en la corteza prefrontal (el centro de la razón) disminuye, mientras que el sistema emocional se activa en exceso. Durante este periodo, las personas son más propensas a tomar decisiones impulsivas o autodestructivas, como comer en exceso o consumir drogas. Los científicos concluyen que permanecer despierto te vuelve extremadamente vulnerable a tomar decisiones que nunca harías durante el día.
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