Desde El Fuerte Sinaloa, noviembre 23, 2024

La propaganda oficial ya no tapa los malos resultados del gobierno.-

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

La propaganda oficial ya no tapa los malos resultados del gobierno.

Cómo nunca en la historia contemporánea un partido y su gobierno han usado la propaganda oficial, las conferencias de prensa y la información pública, para distorsionar o negar la realidad del país.

En estos 5 años y medio, las promesas, la ocultación de información y las evidentes mentiras oficiales se fueron al basurero de la historia porque ya nadie las cree.

Por ejemplo, hay enfrentamientos armados y casos violentos por todo el país, que duran horas , días o meses y de los cuales no se informa o se niega que ocurran; hasta casos donde lo patético de los mismos a través de las entrega de videos, audios etc., Sobre esos hechos trágicos, hace que el gobierno se vea obligado a informar, pero siempre en una estrategia de reportar el menor daño posible, minimizando los acontecimientos y llegando hasta el descaro de culpar a la oposición por informar o ser parte activa de la ocurrencia de los mismos. Desafortunadamente para el partido en el poder, el hecho real es que la información que tienen los mexicanos sobre la situación del país y de la actuación de sus gobiernos, sea esta vía testimonial, vía redes sociales, noticieros, etc, etc, ya refleja el nivel de desaprobación, desencanto y coraje de los mexicanos contra el gobierno.

Hoy ya la gran mayoría -hablamos de números de 60 y 70 % de los mexicanos- desaprueba los resultados del gobierno en los principales rubros: Combate a la corrupción, en seguridad, salud, economía, educación, etc.

Las encuestas que en este sexenio fueron maiceadas como nunca, ya nadie las cree.

La gente ya tiene otros datos, los datos de la terca realidad.

Ahora, desde la perspectiva del desencanto social, viene lo peor para el gobierno y sus propósitos electorales, en estos tres meses viene la cuesta abajo, la caída brutal que nunca se quiso ver, ahora ya se ve claramente.

¡Saludos, jóvenes!