Desde El Fuerte Sinaloa, diciembre 18, 2025

Pata Seca.-

Conocido como Pata Seca, Roque José Florêncio (1828 – 1958) es un nombre que lleva consigo la marca brutal de la esclavitud en el interior de São Paulo, Brasil, pero también la resiliencia de un legado que permanece vivo hasta hoy.
Con su altura impresionante de 2,18 metros y un porte físico imponente, Pata Seca fue
sometido a una de las formas más crueles de explotación: ser obligado a actuar como
“esclavo reproductor”. Esta práctica inhumana buscaba aumentar el “capital” de los
hacendados mediante la natalidad dentro de la senzala.
Las historias transmitidas por sus descendientes afirman que habría engendrado más de doscientos hijos, muchos de ellos sin ningún registro formal. Esta impactante ausencia de documentación es un testimonio directo de la deshumanización y del borramiento histórico impuesto a las personas esclavizadas, cuyas vidas eran reducidas a simples propiedades.
La historia de Pata Seca, preservada a través de la memoria oral de su familia, es un
recordatorio poderoso de la violencia sexual y reproductiva durante la esclavitud y, al mismo
tiempo, un símbolo de supervivencia y de reconstrucción de la vida. Vivió hasta una edad avanzada (¡se dice que hasta los 130 años!), se casó después de la Abolición y dejó una
descendencia que hoy busca honrar su fortaleza y resistencia.