Ocean Dome, ubicada en Japón, es reconocida como la playa interior más grande del mundo, con dimensiones de 300 metros de largo y 100 metros de ancho. Este complejo único alberga una piscina de olas y arena blanca, junto con un innovador sistema de control climático que simula la luz solar y un entorno tropical adornado con palmeras. Su cúpula, que imita un cielo azul, permite a los visitantes disfrutar de una experiencia de playa independientemente del clima exterior. Ocean Dome atrae tanto a turistas como a locales, brindando un refugio ideal para actividades recreativas durante todo el año.