La selva Lacandona, ubicada en el corazón de Chiapas, es uno de los últimos pulmones verdes de México y un verdadero santuario de biodiversidad.
Con más de 1.5 millones de hectáreas, alberga especies únicas como el jaguar, el mono aullador, y el quetzal, además de ríos cristalinos y cascadas que parecen de otro mundo. Sin embargo, su verdadero tesoro es la comunidad lacandona, uno de los pocos pueblos indígenas que aún conserva sus tradiciones ancestrales y vive en armonía con la naturaleza.