Siempre acompañado de neblina, Zacatlán vive al borde de la hermosa Barranca de Los Jilgueros. Aquí se tiene la costumbre de hornear pan todos los días, de fabricar monumentales relojes y cultivar las frutas que la tierra regala. Son las manzanas las que más abundan, así que se deshidratan o se convierten en licores y mermeladas. Su existencia se agradece cada año durante la Feria de la Manzana con bailes y desfiles de carros alegóricos.
Existen siete museos en Zacatlán: Relojes Centenario, Museo Relojes Olvera Tercera Generación, MUZA: de fotografía; Museo Regional de Claustro Cultural, Museo del Vino, Museo de Armas Trejo y La Casa de Vitromuralista.