BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES-
¿Que estamos haciendo con los jóvenes?
Eran las 6 de la mañana de un día viernes laboral, de un día normal en la ciudad se Culiacán.
No tan usual era el frío que hacía esa mañana. para Culiacán, 9 grados de temperatura a la intemperie es demasiado frío.
Sin embargo, a pesar de la hora y las bajas temperaturas, ya había demasiada gente en la calle. En realidad, era una larga fila de individuos que sobre la banquetas que daba vuelta y vuelta sobre la cuadra.
Era una larga fila de personas, en su mayoría jóvenes que por Juárez, por Paliza y por calle Escobedo hacían fila en el centro de Culiacán.
Eran cientos los que hacían cola a pesar de la hora y del frío. Algunos se abrigaban con cobijas y otros con lo que podían .
Si a esa hora ya la cola ya era de cientos, seguramente los primeros debieron llegar en la madrugada, a las 2 o 3 de la mañana. Sin embargo, el frío no fue obstáculo, ni la madrugada, ni estar parado de pie por horas, ni aún que fuera día laborable.
Era necesario hacer la fila para obtener las llamadas becas del bienestar -así creo que les dicen-.
Son las becas que está entregando el gobierno a jóvenes y a todo aquél que lo solicite y que de alguna manera la justifique, claro.
Estos apoyos que pudieran ser algo bueno, han generado una extraña coincidencia. Esto es que hoy día, en nuestra ciudad de Culiacán y en Sinaloa, en campos agrícolas, en fábricas, en la construcción, en restaurantes, hoteles, centros comerciales, etc, etc, las empresas en general, se quejan, se lamentan de que no hay personas que quieran trabajar, sobre todo como estos jóvenes becarios, muchos en edad laboral.
La entrega de apoyos económicos a la población, ha provocado un fenómeno inusitado: El que escaseen los meseros, los cocineros, dependientes o dependientas; el que muchos jóvenes obtengan un ingreso económico vía programas sociales, ha ocasionado que no haya tampoco ayudantes, obreros, albañiles y jornaleros para los campos y empaques agrícolas de Culiacán, de Sinaloa y seguramente de México.
Estamos viviendo una terrible paradoja en nuestro país: El que Tengamos casi 80 millones de mexicanos en edad laboral y productiva, pero a pesar de ello, no hay mano de obra para laborar, no hay trabajadores, no hay gente dispuesta a trabajar.
Hoy amigos, algo grave pasa.
Los llamados programas sociales que pueden tener un fin benéfico, en realidad están dejando a las empresas sin trabajadores, están afectando nuestra vida productiva como nación.
Yo nomás digo…
¡Saludos a los jóvenes y no tan jóvenes!