Elucubraciones políticas.
Renuncia o lo renuncian.-
El caldero político llegó a su máximo en el ayuntamiento de El Fuerte, los acontecimientos de las últimas 48 horas no son para menos.
Edgar Adair Espinoza, hasta hoy secretario del ayuntamiento, es el problema de esta crisis al interior de la administración municipal y conlleva a serias repercusiones ante la sociedad fortense.
Señalado desde un principio como arribista a la comuna fortense por llegar con un desconocimiento total de la geografía del municipio y del entorno político, Edgar Adair pudo con el apoyo irrestricto del presidente Gildardo Leyva sortear esos embates “totalmente ciertos” como al igual cierto era su pasado borrascoso en el ICATSIN y en el Congreso del Estado.
Su áspero trato, la vida de sibarita que se da, lo situaron en el escrutinio público de la clase política y por la sociedad fortense en general.
Pero contaba con el apoyo del presidente Gildardo Leyva Ortega y eso era más que suficiente para seguir viento en popa en el puesto que ostentaba.
¿Pero que le paso al Guasavense?
Se lleno de ambición, máxime cuando fue nombrado delegado de Morena para el distrito 01, de ahí empezó a elucubrar en grande políticamente.
Y es que en su mente se hizo candidato a diputado federal en el 2024 aun en contra del proyecto de su jefe inmediato Gildardo Leyva.
Desde ahí empezaron las fricciones, las desavenencias, la formación de grupos internos, sin faltar las campañas negras donde su participación era totalmente reconocible.
Pero…También hubo un personaje que lo insuflo a más no poder, Adrián Jiménez ex presidente del Partido Verde a quién ingreso en la nómina del ayuntamiento como asesor sombra.
Los dos en común acuerdo comenzaron a gestar desde las catatumbas del palacio municipal, una guerra sucia para dañar personal y políticamente a quienes consideraban pudiera entrometerse en sus perversos fines políticos.
Para Edgar Adair sí no era por Morena la candidatura a diputado federal, sería por el Verde Ecologista, era el proyecto, por eso la comunión, la amalgama con Adrián Jiménez.
Pero la desesperación le gano, llevo las cosas al límite y metió al ayuntamiento en una ingobernabilidad jamás vista.
Se creyó indispensable.
En conclusión, Edgar Adair tiene dos opciones, si tiene vergüenza renuncia, sino tiene vergüenza de todos modos deben renunciarlo, por salud política es necesario.
Con los atentos saludos
Roberto René Vega Vega