BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES.
“El alcalde que decidió no cobrar el agua potable.”
El candidato de aquel municipio situado en la sierra tenía su elección en riesgo, desesperado, se le ocurrió la brillante idea, que maravilla pensó, que ya casi al borde de la exasperación, la iluminación llegó a su mente, la genialidad fué:
Ofrecer a la gente qué si lo votaban para alcalde del municipio, ya como presidente municipal no cobraría el servicio de agua potable en su municipio.
¿A poco no fue una idea genial?
Bueno, la gente vaquetona si compró la propuesta, y conchudamente si votó por aquel genio de la política, y el tipo ganó.
Ganó aunque en el municipio serrano aquel -a pesar de tener medidores de agua , los medidores no servían de nada- la gente pagaba una cuota mínima por el agua y el drenaje sanitario, sin embargo para esa gente irresponsable, la idea de no volver a saber del cobro de agua fue suficiente para dar preferencia a su voto.
Así, al llegar el nuevo alcalde, ya nadie pagó el agua, y todos estaban felices.
La aparente felicidad de los pobladores se empezó a terminar cuando las tuberías se rompieron, cuando las bombas se descompusieron y la junta de agua no tuvo dinero para reparar las fugas y reconstruir las bombas.
Cuando el agua empezó a escasear en las casas y en las huertas, luego con las lluvias, vinieron más problemas, los pozos se azolvaron, además, con los vientos y las tormentas eléctricas, la luz eléctrica falló y las bombas dejaron de surtir las redes de agua.
El alcalde ahora no puede cumplir su promesa de llevar agua y todo mundo lo maldice por ello.
Lo que está historia de la vida real nos dice, es que el populismo, el regalar cosas a la población, es algo que tarde o temprano la misma población tendrá que pagar …Y con intereses.
¡Saludos, Jóvenes!