En el corazón de Mumbai, India, se alza Antilia, un edificio que redefine el concepto de “hogar”. Con 27 pisos y más de 37.000 metros cuadrados, esta no es solo una casa, sino la residencia privada más cara del mundo, valorada en miles de millones de dólares.
Propiedad de la familia Ambani, Antilia es una maravilla de la ingeniería y el lujo extremo, diseñada con comodidades que van desde múltiples helipuertos y aparcamientos para cientos de coches, hasta piscinas, spas y un teatro privado. Sin embargo, su imponente presencia en una ciudad marcada por profundos contrastes económicos, la convierte también en un punto de debate y reflexión sobre la desigualdad.


