Orgías, drogas y abusos: un documental destapa los excesos que se vivían en la mansión de Hugh Hefner.-
RENÉ VEGA: Periodismo Disruptivo. San Blas, EL Fuerte, Sinaloa. A 17 de enero de 2022.- La docuserie examina el peligroso imperio de Herfner y revela diversos testimonios de chicas que vivieron todo tipo de abusos en la casa Playboy.
El medio estadounidense A&E estrenará la docuserie Secrets of Playboy, un audiovisual que destapa múltiples secretos que se esconden detrás del imperio formado por el ya fallecido Hugh Hefner. El material revela el modo de operar del empresario estadounidense que provocó daños físicos y emocionales a decenas de mujeres.
Bajo el discurso de la falsa “libertad sexual”, Hefner logró fundar uno de los emporios de prostitución, violación y perversión más grandes y consensuados del mundo. La producción que se transmitirá el 24 de enero consta de 10 capítulos en los que se narran las verdades ocultas de las orgías, el abuso sexual y el consumo excesivo de drogas que se vivían en los eventos organizados por Hugh y su equipo.
A través de testimonios de las ex novias de Hugh Hefner, Holly Madison y Sondra Theodore, así como de la ex Bunny Mother PJ Masten, se exponen las impactantes revelaciones que confirman los incontables abusos que el psicólogo y dueño de la revista Playboy acostumbraba hacer a todas las integrantes, también llamadas conejitas o Playboy Bunnies.
Por su parte, Theodore, que ahora tiene 65 años, informó que en la mansión Playboy se acostumbraba a programar sesiones de sexo grupal durante cinco noches a la semana, después de las cuales se sentía “rota por dentro”.
Lo que comenzó en 1953 como un medio “inofensivo” de entretenimiento -principalmente para caballeros- pronto se transformó en un club exclusivo para pervertidos que podían hacer con las mujeres lo que se les antojara. La poca atención de las autoridades respecto a la situación causó que la mansión se convirtiera en un sórdido patio de recreo para la bestialidad humana, específicamente la masculina.
Otra de las desconcertantes confesiones, indican que Hefner organizaba Pig Nights semanales, las cuales constaban en traer a varias prostitutas “feas” para que tuvieran sexo con sus amigos, quienes gozaban de ser miembros VIP.
Dentro de las figuras que destacan se encuentra Don Cornelius, quien fue durante más de 15 años el presentador de un popular programa estadounidense llamado Soul Train. Cabe destacar que se acusó a este productor de haber tomado como rehenes a dos conejitas de Playboy, a quienes les causó graves secuelas, tal y como se revela en Secrets of Playboy.
Por otro lado, la mujer que salió con el estadounidense por más de 7 años, Holly Madison, contó que Hefner se negaba a usar protección durante las relaciones sexuales. También confesó que los excesos y la violencia que se vivía día a día en la casa, la llevaron a considerar el suicidio.
Asimismo, el documental contiene entrevistas con la actriz Linda Lovelace, la protagonista de la conocida película porno Garganta profunda. Ella hizo una fuerte declaración al apuntar que cuando estuvo en la tan mencionada mansión, la trataron como un “pedazo de carne” y la obligaron a practicarle sexo oral a un pastor alemán mientras Hefner y sus amigos miraban.
Aparte de las declaraciones de diversas mujeres y miembros de los clubes, el audiovisual examina desde una postura crítica como el legado del reconocido editor de la revista fue creciendo frente a los ojos de las autoridades norteamericanas, quienes no pusieron la atención debida en el imperio que empezaba a formar un joven de apenas 27 años.
También se recalca como Hefner vendió su proyecto a la opinión pública como un medio de libertad sexual que permitía la libertad de expresión en una “era represiva de posguerra”. A pesar de que sus fiestas nunca fueron una de las preocupaciones esenciales para la población gringa, en 1970 grupos feministas denunciaron que su temática mostraba a las mujeres como objetos.
De igual manera, se expone como la manipulación en las jóvenes era una de la principales estrategias que el empresario utilizaba para tenerlas bajo control. Ante esto, el ex director de promociones de Playmate, Miki García, reveló: “Era como un culto. Las mujeres habían sido preparadas y hechas para creer que eran parte de esta familia y él [Hefner] realmente creía que era el dueño de estas mujeres”.
En una entrevista para el documental, Theodore describió a Hugh como un “vampiro que chupó la vida a estas chicas durante décadas”. Otra alarmante confesión viene de Lisa Loving Barrett, la ex asistente ejecutiva del empresario.
Lisa contó que era muy usual drogar a las mujeres para que se les pudiera hacer de todo, incluso, informó que en la mansión “la droga era conocida como los ‘esparcidores de piernas’ y que eran considerados como un ‘mal necesario’ porque obligaban a las mujeres a hacer cualquier cosa”.
Además, explicó que las habitaciones de la casa se encontraban repletas de cocaína, una de las drogas más consumidas durante las Pig Nights que ocurrían todos los jueves. Por otro lado, Holly Madison, una de las “novias principales” de Hef, contó que el hombre la “bombardeó con amor al principio, pero con el tiempo le lavó el cerebro”.
Ante estas situaciones, el autor Russell Miller decidió publicar un libro en 1985 donde criticaba como los clubes de Playboy se anunciaban como “un lugar donde los hombres sofisticados podían estar en compañía de sus compañeros mientras eran atendidos por hermosas mujeres vestidas de conejitas”, no obstante, detrás del telón se ocultaba una fea verdad.
En realidad, eran centros de violencia y perversión que utilizaban a las mujeres como objetos sexuales sin importancia. También reveló que Hugh tenía cámaras y micrófonos ocultos en toda la casa. De esa forma tenía vigiladas a todas todo el tiempo.
A pesar del éxito de la revista, después de que en 2017 muriera Hugh Hefner a los 91 años edad, el medio comenzó a enfrentarse a varias problemáticas debido a las pronunciaciones de ex conejitas que denunciaban las prácticas de la mansión a raíz del movimiento MeToo. De igual manera, en los últimos años, Playboy ha tenido problemas para mantenerse relevante e incluso, en 2020 la revista dejó de imprimir copias físicas.