Desde El Fuerte Sinaloa, noviembre 10, 2025

Cuando Europa se comió a Egipto

Cuando Europa se comió a Egipto
Durante siglos, las momias egipcias fueron saqueadas, pulverizadas y vendidas… no como tesoros, sino como medicina.
En la Europa medieval, se extendió una práctica tan absurda como macabra: el canibalismo médico.
Hombres y mujeres compraban polvo de momia en boticas, lo disolvían en vino o lo mezclaban con miel, convencidos de que curaba desde dolores de cabeza hasta el cáncer.
Todo comenzó con un error.
La palabra “mumia” en los textos árabes antiguos se refería a una resina natural usada con fines curativos.
Pero los traductores europeos confundieron el término con cuerpos embalsamados egipcios, al notar que ambos contenían sustancias similares.
Y así, el malentendido se convirtió en negocio.
Los comerciantes comenzaron a moldear remedios a partir de los muertos.
Las tumbas del Nilo fueron profanadas y las momias vendidas por peso, molidas como especias en morteros de farmacia.
Cuando las auténticas escasearon, surgió algo aún más siniestro:
las momias falsas.
Criminales, esclavos y recién fallecidos eran embalsamados apresuradamente y vendidos como “antigüedades medicinales”.
Durante más de tres siglos, Europa devoró a Egipto, creyendo absorber su poder.
Y mientras las momias desaparecían de las arenas, las boticas se llenaban de polvo de historia y hueso.
El mito cayó recién en el siglo XIX, cuando las momias dejaron de comerse para ser desenvueltas en fiestas victorianas, como espectáculo.
Una paradoja tan humana como trágica:
el continente que admiraba la sabiduría del Antiguo Egipto
fue también el que lo desenterró, molió y vendió al por menor.