El desfile de los vencidos – El 17 de julio de 1944, las calles de Moscú dieron testimonio de un extraordinario y sombrío espectáculo. Cerca de 57.000 soldados alemanes capturados, entre ellos 19 generales, fueron marchados a través de la capital soviética en lo que se conoció como el “Desfile de los derrotados. ”
Estos fueron los restos del que alguna vez fue formidable ejército de Hitler, tomado prisionero después de las devastadoras derrotas en el Frente Oriental, particularmente durante la Operación Bagration, que destrozó el Grupo de Ejército Alemán.
Mientras las columnas de prisioneros cansados y cubiertos de polvo pisoteaban por la ciudad, los ciudadanos soviéticos miraron en silencio – no con aplausos o burlas, sino con sombría satisfacción. El sonido de las botas y los pies barajados llenaron el aire, seguido por camiones soviéticos de limpieza de las calles, un gesto simbólico destinado a “lavar” a los invasores de las calles de Moscú.
El evento fue algo más que una demostración de triunfo militar; fue una guerra psicológica – un mensaje tanto para amigo como enemigo de que el poder de la Alemania nazi se estaba derrumbando, y que la venganza del Ejército Rojo por años de sufrimiento estaba casi terminada.
Sigue siendo una de las muestras más sorprendentes de victoria y humillación en la historia moderna, un recordatorio inquietante de que incluso los ejércitos más poderosos pueden caer bajo.