Desde El Fuerte Sinaloa, octubre 30, 2024

El Juicio Político y la pérdida del juicio de Estrada.

 

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

El Juicio Político y la pérdida del juicio de Estrada.

Toda persona que ocupe un cargo, comisión o puesto dentro del gobierno o la administración pública y que por ello reciba un pago o compensación, debe tener muy en claro que ello es un privilegio, un premio que se le ha otorgado y por el cual la persona que lo recibe está obligado a comportarse a la altura de la distinción.

Esto es, comportarse de una manera respetuosa, atenta y honorable con quiénes finalmente pagan su sueldo: Los Ciudadanos.

Por ello, a quienes se les concede el honroso título de “Servidor Público”, deben ser precisamente personas con los merecimientos para serlo.

Es decir, para que el trabajo o cargo público sea realizado de una manera honorable, quien sea nominado para el cargo, por obligación debe tener las mismas cualidades en su persona con anterioridad a ejercerlo.

Vamos, no puede haber Servidores Públicos honorables y eficientes que sean a la vez ellos mismos, unos majaderos, unos prepotentes.

Desgraciadamente, vemos cómo muchas gentes a veces llegan personas a cargos muy importantes sin tener las cualidades mínimas para ocuparlos, esto debido a viejas y negativas costumbres muy arraigadas en nuestro México, tales como el amiguismo, el compadrazgo, por el pago de favores o simplemente como nos contó Tomas de Iriarte: Por casualidad.

Es en estos casos cuando las personas “pierden el piso”, ” se marean sobre un ladrillo “, creen que la silla que ocupan temporalmente es suya y caen en actitudes de vanagloria, precisamente por no estar preparados para el cargo que se les fue conferido.

Esto es precisamente lo que ha sucedido y está sucediendo en Culiacán, en Sinaloa y en México.

El Alcalde de Culiacán ahora mismo es sujeto de juicio político, procedimiento al que el mismo se metió, sencillamente porque nunca entendió que él era un Servidor Público, por haber perdido el juicio, por intentar ejercer la política sin una mínima pizca de humildad.

Ya se habla de un sustituto.

¡Saludos, Jóvenes!