Desde El Fuerte Sinaloa, mayo 3, 2024

La importancia de nuestros representantes en el congreso.-

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

La importancia de nuestros representantes en el congreso.

A través de la historia, los tribunos, los grandes oradores, han dado los grandes debates. Todos hemos oído de las grandes figuras que externaron ingeniosos pensamientos y propusieron los grandes cambios.

En las asambleas y los parlamentos, personajes de talla internacional, como Cicerón, Diderot, Martín Luther King, Margaret Thatcher, Felipe González, etc. se fueron a fondo en las grandes discusiones.

De estás deliberaciones surgieron leyes, códigos, instituciones, constituciones políticas.

En México, hemos tenido grandes congresistas: Belisario Domínguez, Carlos Castillo, Diego Fernández de Ceballos, Porfirio Muñoz Ledo,  Germán Martínez, etc.

Los grandes parlamentarios son quienes salpimientan el debate nacional. Estos personajes logran posicionar sus ideas, a partir del conocimiento, de la experiencia, del estudio, de la profesionalización, de sumergirse en los grandes temas de interés público.

De ahí la importancia de las cámaras.

Las grandes discusiones, los grandes temas, encuentran su máximo foro de expresión en México en esos foros: 500 Diputados y 128 Senadores integran el Congreso de la Unión.

En la primera, se afinan más los temas presupuestales, de auditoría y control.

En la segunda, la llamada cámara alta, se ejerce control sobre designaciones y nombramientos: En gabinete, en órganos autónomos, en el poder judicial y política exterior.

Dicho esto, se considera que el Senado es el punto cúspide del ejercicio de la política, dónde llegan los grandes conocedores de la política nacional, del funcionamiento de cada uno de los poderes de la unión, de los gobiernos estatales, de las instituciones públicas.

Después de leer esta pequeña descripción, ¿Qué esperamos en Sinaloa de los candidatos al congreso, senadores y diputados, que nos hacen llegar las elites políticas y económicas de Sinaloa?

Los escucho…

¡Saludos, jóvenes!