BREVE Y PRECISO.
DOMINGO FÉLIX TORRES.
“La marcha del 13 de noviembre en defensa del INE, una carambola de cuatro bandas”
El innegable éxito de la marcha en defensa del INE se ha manifestado pronto, más pronto de lo esperado, generando diversas consecuencias positivas para nuestra democracia. La primera de ellas fue notoria aún una semana antes de la realización de la misma.
Desde el lunes anterior y durante toda la semana previa al domingo 13 de noviembre, el presidente expresó claramente su malestar por la realización de la misma, revelando con groserías e insultos su espíritu intolerante y una furia desproporcionada.
Una furia encarnizada que a través de descalificaciones e insultos dirigió desde sus conferencias oficiales llamadas “mañaneras “, contra cualquiera que se expresara en favor de ese ejercicio democrático.
Esto por sí sólo, ya es un éxito, ya que sólo bastó el anuncio de los ciudadanos en manifestarse, para lograr desnudar completamente y como nunca, el carácter autoritario y mesiánico del presidente. Además, con sus exabruptos, el presidente da la razón a la marcha y sus organizadores, que expresan dudas razonables sobre la vocación democrática del presidente, cuando lanza su iniciativa de reforma electoral.
La marcha es solo un derecho a manifestarse consagrado en la constitución del país que debería ser protegida por el presidente y nunca denostada, menos por él, que es el primer servidor público del país.
Una consecuencia más es que el pueblo reconoce su fuerza, su calidad de soberano, su derecho a la libertad y la organización política, para gritar que es sujeto de su propio destino político y que el INE no se toca, al menos ahora no, no en este momento, ni en la forma que se pretende hacerlo.
Otro logro de marcha fue sacar de quicio a los cabecillas de morena.
Uno de ellos, Martin Batres, quien se atrevió a decir que solo habían marchado 10 o 12 mil personas en la CDMX, cuando en realidad fueron cientos de miles quienes se manifestaron en favor del INE.
A tal grado llegaron sus desvaríos, que la propia Claudia Sheinbaum tuvo que reconocer que calcularon mal el número, que habían sido muchos más; dejando “colgado de la brocha” a su secretario de gobierno, disculpándose ella misma por haber dado una cifra tan baja.
Finalmente, todos, desde el máximo exponente del oficialismo hasta sus acólitos, después de quedar atónitos, quedaron exhibidos por su mezquindad y falta de respeto a los ciudadanos, ante la grandiosidad de la histórica marcha del día 13.
¡Saludos, jóvenes!
