Objeto no identificado (al parecer un cometa).-
El 30 de junio de 1908 un objeto no identificado (al parecer un cometa), ingresó a la atmósfera terrestre sobre territorio ruso y se desintegró a 8 kilómetros del suelo. El suceso dejó completamente devastada un área de 2 mil kilómetros cuadrados en Siberia. Es decir, si hubiese caído en una zona habitada habría destruído una ciudad del tamaño de la Tokyo moderna, matando a millones de personas.
Se calcula que la fuerza de la explosión fue de 12 megatones, algo así como el 80% de la potencia de la mayor bomba nuclear probada por Estados Unidos en su historia: Castle Bravo.
Hay que tomar en cuenta que el objeto no tocó el suelo, se desintegró en el aire. De haberlo hecho quiensabe que hubiese sucedido. Justamente el hecho de haberse desintegrado en al aire siendo presumiblemente enorme es lo que lo convierte en sospechoso de haber sido un cometa, es decir, un objeto relativamente frágil por estar compuesto de elementos volátiles.
Tunguska como se le conoce al evento, es el único caso sospechoso del impacto de un cometa sobre la Tierra, al menos desde la existencia del ser humano.
Se calcula que más o menos cada 100 años la Tierra puede ser impactada por algún objeto que cause afectaciones a seres humanos.
Justamente, 105 años después, en febrero de 2013 y también en Rusia un meteorito de unos 20 metros de diámetro entró en la atmósfera de la Tierra desintegrándose en el aire y causando una explosión cuya onda expansiva dejó más de 1000 heridos en la región de Chelyabisnk, la mayoría por lesiones causadas por ventanas rotas.
Aquí no se trató de un cometa. Sabemos, porque se han recuperado cerca de una tonelada de restos, que se trata de restos de un asteroide condrítico, es decir, un asteroide rocoso.
Chelyabinsk se convirtió entonces en el único caso real a la fecha en el que un meteorito causa afectaciones a una población humana, trascendiendo lo que ocurre en la ciencia ficción.