Desde El Fuerte Sinaloa, mayo 9, 2024

La fuga de Leoncio.

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

La fuga de Leoncio.

Leoncio era el más pequeño y el único varón entre tres hermanas. La madre era dura, exigente en extremo, pareciera que lo era aún con más Leoncito, por ser el hombre, el único varón entre las hermanas, no fuera que se afeminara, decía su madre, doña Emerita.

La señora era casada desde luego, pero no solo controlaba a sus hijos, sino a marido, quien no escapaba de la severidad su mujer. Pero el don de mando de la señora, no se limitaba a la casa, su dominio llegaba a todos sus parientes; su tutela era tal, que ejercía autoridad moral en todo aquel pueblo.

De oficio enfermera, doña Emérita era un poder omnipresente; resolvía gran parte de los problemas del pueblo.

La doña servía para todo, lo mismo inyectaba que atendía un parto o a un herido, que daba consejos y resolvía conflictos entre vecinos.

Era enfermera de la clínica de la ciudad, conocía autoridades de todo tipo y lo mismo gestionaba la reparación de fugas de agua en su comunidad que obra pública, en fin, la señora pues era todo un personaje local.

Pero un día, a pesar de su autoridad, o acaso por el exceso de ella, Leoncito escapó; no soportó la carga de la madre sobre él y huyó.

Nadie supo de Leoncito por un buen tiempo.

La madre desesperada lo buscó por mar y tierra.

Al final, luego de unos meses, encontró a Leoncito, que había probado la libertad.

Leoncito regresó a casa, Pero ya nada fue igual.

Leoncito, ya fue el hombre de la casa…

¡Saludos, jóvenes!