Desde El Fuerte Sinaloa, mayo 8, 2024

¿Y después de la marcha del INE…Qué?

BREVE Y PRECISO.

DOMINGO FÉLIX TORRES.

¿Y después de la marcha del INE…Qué?

Bueno, pues después del éxito rotundo de la marcha ciudadana en defensa del INE del 13 de noviembre pasado, personajes encontraron el momento oportuno de presentarse en sociedad.

Después de que la oposición demostrara su músculo en las calles de México, aparecieron aspirantes a candidatos a cualquier cosa, desde luego a través de una eventual coalición electoral opositora.

Es así que encontramos ahora aspirantes de todo tipo; los hay desde aquellos que se avergüenzan de la política y del gobierno -pero que aún, así quieren meterse al ruedo-, hasta los que al contrario, resaltan su trayectoria en el gobierno y en el servicio público y la enarbolan cómo bandera.

Empecemos:

1.- Aspirantes espontáneos.  Novicios rebeldes, novatos en política   que esgrimen su derecho a ocupar un puesto de elección popular, argumentan que todo mundo tiene derecho a ser candidato, claro, siempre y cuando sean personas que no tengan ninguna experiencia política -así como ellos, pues -.

Estos aspirantes excluyen a todas aquellas personas que hayan hecho un trabajo político previo y se les haya conocido por tener alguna experiencia política.

Éstos últimos en el ideario de los novicios, estarían vetados por decreto.

2.- Políticos activos o medianamente activos, que alguna vez estuvieron en el gobierno y hoy por diversas razones hoy no están, ciudadanos que por no comulgar con morena están banqueados y hacen su lucha como oposición en distintas trincheras, ya sea por su cuenta o a través de algún frente u organización ciudadana.

3.- Políticos en activo. Éstos, se consideran a sí mismos -sirvan o no sirvan-, como los más idóneos, los indicados por el hecho de estar hoy por hoy “en la jugada política”, en el tocadero electoral.

4.- Políticos reaparecidos o “reborns”. Personajes que reaparecen salidos de obscuras cavernas, de profundos precipicios por dónde una vez fueron desbarrancados por la opinión pública. Políticos que pasaron con más pena que gloria por el servicio público, pero que “renacen diciendo” que regresan porque la oposición no tiene candidatos buenos, que vuelven porque que ellos “si dan el ancho”.

5.- Y último, aspirantes filtrados “y “palomeados” por el poder económico, enviados del poder del dinero, que como siempre, está ” a las vivas “, añorando el poder político además del económico.

Bueno, hasta aquí dejaríamos la clasificación. A reserva de que ustedes hagan su propia criba para discernir quienes sí son aspirantes y quiénes suspirantes y quiénes emisarios, yo pondría la atención en los perfiles, más que en los nombres de los aspirantes.

Es decir, quienes si pueden y deben ser nuestros candidatos a tan altas responsabilidades.

En mi modesta opinión, el país requiere de voluntad, de mucha y buena voluntad, de mucho conocimiento de los temas públicos, de una gran vocación de servicio, y obviamente y desde luego, de una buena dosis de honestidad. ¿No lo creéis así?

¡Saludos, jóvenes!